El sábado 28 de mayo se llevó a cabo el evento Agile Open MX 2016, en éste se organizaron varias charlas, y talleres sobre temas de metodologías ágiles: Scrum, Extreme Programming, Lean, Kanban, Software Craftsmanship, frameworks, herramientas de desarrollo de software, y otros más.
Asistí a varias pláticas donde se manejaron temas desde los principios y valores del agilismo, pasando por el desarrollo profesional, cambio cultural de equipos, DevOps y hasta la práctica de la facilitación gráfica para la comunicación visual. Lo común en todas fue el reforzamiento de los principios, valores y prácticas del agilismo y coincidir con gente interesada en compartir experiencias propias y entablar conversación
Aunque no llegué a tiempo para la ceremonia de apertura estuve en la del cierre en la que se realizó un ejercicio de retrospectiva de una sola palabra. “Divertido”, “Interesante”, “Increíble”, “Dinámico”, “Amoroso” y varias palabras más surgieron de los que asistimos para expresar nuestra emoción al respecto.
Después tuvimos la agradable sorpresa de la llegada de Mike Beedle, uno de los firmantes del Manifiesto Ágil y dedicado promotor de Scrum, para cerrar el evento con una charla en la que destacó varias razones por las cuáles el agilismo debe ser una práctica de todos los días en las organizaciones del Siglo XXI. Un comentario de parte de Mike fue muy interesante: “Ir a tomar un curso para certificación o tomar un examen está bien pero dedicar todo un día de un fin de semana a la difusión del agilismo demuestra pasión por esto”.
Es emocionante y prometedor escuchar de varios de los participantes como es que el agilismo se va filtrando a una variedad cada vez más amplia de organizaciones incluso en algunas que tradicionalmente se resisten al cambio. Éstas prácticas que hasta hace unos pocos años se veían con desconfianza y desdén son ahora la manera en las que las empresas buscan apoyarse para cambiar de acuerdo a la competencia de su industria y la demanda de sus clientes. Creí y sigo creyendo que ésta manera dinámica y adaptable es una mejor manera de construir productos o servicios y estos eventos y las personas que participan refuerzan esa confianza.
Una de las cosas curiosas del agilismo es la manera tan fácil de describirlo y la complejidad para ejecutarlo. Me parece que la dificultad radica en que se trata de una mentalidad, de una forma de hacer las cosas que es a la vez simple y obvia pero que es difícil describir en un texto o imágenes y que la mejor manera de entenderlo es ejercitarlo en el día a día. Práctica, práctica, práctica. Todos los días.
Una de las cosas que si quisiera cambiar es el uso de anglicismos o términos en inglés. Menos “spanglish” y más español. Puede que eso también sea una barrera de aceptación y sí es así hay que derribarla.
Se han estado organizando eventos mensuales que son difundidos a través de las redes sociales, vamos a estar al pendiente y buscar la manera de asistir y mejor aún de participar.
Asistí a varias pláticas donde se manejaron temas desde los principios y valores del agilismo, pasando por el desarrollo profesional, cambio cultural de equipos, DevOps y hasta la práctica de la facilitación gráfica para la comunicación visual. Lo común en todas fue el reforzamiento de los principios, valores y prácticas del agilismo y coincidir con gente interesada en compartir experiencias propias y entablar conversación
Aunque no llegué a tiempo para la ceremonia de apertura estuve en la del cierre en la que se realizó un ejercicio de retrospectiva de una sola palabra. “Divertido”, “Interesante”, “Increíble”, “Dinámico”, “Amoroso” y varias palabras más surgieron de los que asistimos para expresar nuestra emoción al respecto.
Después tuvimos la agradable sorpresa de la llegada de Mike Beedle, uno de los firmantes del Manifiesto Ágil y dedicado promotor de Scrum, para cerrar el evento con una charla en la que destacó varias razones por las cuáles el agilismo debe ser una práctica de todos los días en las organizaciones del Siglo XXI. Un comentario de parte de Mike fue muy interesante: “Ir a tomar un curso para certificación o tomar un examen está bien pero dedicar todo un día de un fin de semana a la difusión del agilismo demuestra pasión por esto”.
Es emocionante y prometedor escuchar de varios de los participantes como es que el agilismo se va filtrando a una variedad cada vez más amplia de organizaciones incluso en algunas que tradicionalmente se resisten al cambio. Éstas prácticas que hasta hace unos pocos años se veían con desconfianza y desdén son ahora la manera en las que las empresas buscan apoyarse para cambiar de acuerdo a la competencia de su industria y la demanda de sus clientes. Creí y sigo creyendo que ésta manera dinámica y adaptable es una mejor manera de construir productos o servicios y estos eventos y las personas que participan refuerzan esa confianza.
Una de las cosas curiosas del agilismo es la manera tan fácil de describirlo y la complejidad para ejecutarlo. Me parece que la dificultad radica en que se trata de una mentalidad, de una forma de hacer las cosas que es a la vez simple y obvia pero que es difícil describir en un texto o imágenes y que la mejor manera de entenderlo es ejercitarlo en el día a día. Práctica, práctica, práctica. Todos los días.
Una de las cosas que si quisiera cambiar es el uso de anglicismos o términos en inglés. Menos “spanglish” y más español. Puede que eso también sea una barrera de aceptación y sí es así hay que derribarla.
Se han estado organizando eventos mensuales que son difundidos a través de las redes sociales, vamos a estar al pendiente y buscar la manera de asistir y mejor aún de participar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario