Me atrevo a reproducir el último párrafo del Arte de Amar de Erich Fromm
Si el hombre quiere ser capaz de amar, debe colocarse en su lugar supremo. La máquina
económica debe servirlo, en lugar de ser él quien esté a su servicio. Debe capacitarse para
compartir la experiencia, el trabajo, en vez de compartir, en el mejor de los casos, sus beneficios.
La sociedad debe organizarse en tal forma que la naturaleza social y amorosa del hombre no
esté separada de su existencia social, sino que se una a ella. Si es verdad, como he tratado de
demostrar, que el amor es la única respuesta satisfactoria al problema de la existencia humana,
entonces toda sociedad que excluya, relativamente, el desarrollo del amor, a la larga perece a
causa de su propia contradicción con las necesidades básicas de la naturaleza del hombre.
Hablar del amor no es «predicar», por la sencilla razón de que significa hablar de la necesidad
fundamental y real de todo ser humano. Que esa necesidad haya sido oscurecida no significa
que no exista. Analizar la naturaleza del amor es descubrir su ausencia general en el presente y
criticar las condiciones sociales responsables de esa ausencia. Tener fe en la posibilidad del
amor como un fenómeno social y no sólo excepcional e individual, es tener una fe racional
basada en la comprensión de la naturaleza misma del hombre.
A nuestros lectores les invito a reflexionar este párrafo y extrapolar en su vida actual. Busquen si no están perdiendo la oportunidad de Amar frente a trabajar, tener mucho dinero, o prestigio o anexas. Al final de este camino llamado vida, lo único que nos vamos a llevar es los momentos de amor. Todo lo material aquí se queda.
Existir para amar es el sentido de la vida de los seres humanos, es nuestra Naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario